Mujer y literatura, Mujeres Importantes

Llorar cantando….

Este blog surge por mi pasión de aprender de otras mujeres, conocer un poco de sus vidas y trayectorias para inspirar algo nuevo en mi vida.

Mi segunda pasión es la música. Exploro todos los géneros buscando reconfortarme o dar lugar a la alegría a través de una canción.

Eunice Kathleen Waymony, o más conocida como Nina Simone, es un claro ejemplo de como a veces lloramos cantando.

Nina fue brillante desde pequeña, a los 4 años ya tocaba el piano y daba muestras de esa alma tan especial que tenía. Era extremadamente sensible y fuerte como para enfrentar una audiencia exigiendo que sus padres estuvieran sentados en primera fila y no en un rincón por el color de su piel, sin poder disfrutar del recital de su hija.

Nina vivió en una época donde el racismo era más evidente y entre otras cosas, ese racismo nos privó de una gran artista clásica. Pero Nina supo alzar la voz y no soltó la música. Su talento la llevó a ser una grande del jazz.

Antes de leer de ella, escuche varias canciones de su autoria y me cautivó su voz, su sensibilidad y fuerza que en una misma canción van de la mano. No hay que saber de su vida para vibrar con ella. Pero al leer mas de ella las cosas que se perciben en su música toman mas sentido y apellido.

Luchó, o mas bien yo diría, se defendió del racismo y esto se lee en la letra de sus canciones. Pero yo no diría que esa fue su gran batalla. Su gran proeza es vivir con trastorno bipolar.

Nina tuvo que enfrentar esos momentos llenos de euforia o de la mayor negativad que aleja todo y a todos. Pero tan grande era su talento que siguió brillando a pesar de si misma.

Nina no solo me llena el alma con su música, también me recuerda que podemos enfrentar el mundo con todas nuestras fuerzas, pero la verdadera batalla es contra nuestros propios demonios. Si perdemos control de nosotros mismos, lo perdemos todo.

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